sábado, 3 de noviembre de 2012

Robert Plant en el Luna Park 01NOV12

6:28 p.m. Posted by DC No comments

& The Sensational Space Shifters

La noche del jueves hizo su primer presentación en la Argentina luego de 16 años, el ganador de 4 grammys, leyenda viviente, e icono del rock, el señor Robert Plant. Así lo presentaba, entre otros calificativos una voz sajona (ni se molestaron en grabar la adaptación al español), al ex cantante de Led Zeppelín segundos antes de hacer su aparición al escenario; hasta aquí el reloj parecía no correr, luego, fue la precipitación del tiempo sobre una pendiente. 

En el marco de su gira latinoamericana y en la primera de sus tres presentaciones en nuestro país (viernes 2 nuevamente en el Luna Park y el 4 en El Orfeo de Córdoba) el aclamado cantante desplegó un repertorio que gira en torno a su carrera solista, con pinceladas artesanales de su etapa Hard Rock, en el que podemos notar un marcado estilo de folk y blues.

Fue un show corto pero intenso, que arranco temprano –pasadas las 20:30- y  término de la misma manera; haremos un punto por punto de los aspectos más interesantes del show.

La Banda (9)
      Pareja, armoniosa (?), lo que necesitaba esta presentación; un muy bien mas para los guitarristas Justin Adams –el cual ya había colaborado con Plant en su anterior banda The Strange Sensations- y que a demás de tocarse todo fue un verdadero arengador del publico y para Lyam Tyson que se destacó a la hora de los arreglos y melodías con la guitarra electroacústica. Pero la nota de la noche se la llevo Juldeh Camara, músico nacido en África Occidental, que ejecuto el ritti, un violin africano de una cuerda, el kologo un banjo africano, el tambor parlante, y cantó. Nunca sabremos cuanto del porcentaje de la ovación fue gracias a la demagogia de un país tan racista como la Argentina, por ser africano y negro, y cuanto por lo gran músico que es.
¿Porque la calificación no es 10? Simple, si estas al lado de Robert Plant y no sos Jimmi Page, John     Boham y John Paul Jones, te llevas un 9 como nota máxima.

Puesta en escena (7,5)
      Escueta, ya he notado en videos de sus presentaciones en otras ciudades que la idea es deslumbrar desde lo sonoro y musical mas que desde lo visual; un gigantografia psicodélica con la cara de un joven Plant que reza el nombre de la banda y no mucho mas que un par de reflectores laterales y superiores, dos pantallas donde se reflejaba lo sucedido en el escenario, en la que se evidenciaba (por la imagen) que no tenían mas intención que esa, sinceramente no creo que vaya a haber un DVD editado o siquiera un video del show, ya que la iluminación en el escenario no era complementaria para el registro  sino solo para la apreciación del publico. Bastante bien manejados los climas con los colores, como es de esperar en un show de este estilo.

El sonido (8,5)
      Los arreglos lineales estuvieron distribuidos en un dos por lado, y no mucho más que eso. Si bien al ser el recinto un lugar pequeño no debería presentar mayor inconveniente, y setear todo al palo no es la solución para tener una amplia cobertura. Bastante alto el nivel por momentos, durantes los primeros temas, y aquí hay dos cuestiones: o el sonidista disminuyo el nivel durante el transcurso del show, o mis oídos se acostumbraron y deje de percibirlo tan fuerte. La segunda es la más probable, el aparato auditivo es un sistema jodido.
      Hay algo que realmente aprecio en estos espectáculos, y es la espontaneidad en el devenir, la ruptura de una cuerda, un micrófono que deja de funcionar por momentos, los acoples; estos acontecimientos bajan a la tierra a los idolos. Y hubo, hubo un acople por acá, otro por allá, otro por mas allá, cuando cantaba Plant, cuando subía la intensidad de la banda, y ya, bueno, bueno, fueron bastantes.
      El otro punto que podríamos decir chocante, fueron las guitarras electroacústicas, me parecieron muy agudas, pienso en como hubieran sonado de haberlas tomado con un micrófono a la boca del instrumento y no por linea.
      Salvo estos aspectos que son de apreciación, y ubicación del oyente dentro de la sala, el resto fue impecable, la voz (lo importante) con la notoriedad que necesitaba, inteligible, al frente; en justa medida las pistas que disparaba el tecladista John Baggot (Portishead) y sus arreglos; y mas que aceptable el resto de la banda, cuando el tema las necesitaba guitarras al palo, lo estaban, cuando debían ser mas relajadas lo eran; batería y bajo en el clásico tandem que si los ordenás bien, y ecualizás mejor, no fallan. La nota aparte es para los instrumentos autóctonos africanos de Juldeh Camara, que eran tomados por pequeños micrófonos pickups adheridos tanto al violín de una cuerda como al banjo africano.


La lista de temas – (7,5)

Tin Pan Valley
Another Tribe
Friends (LZ)
Spoonful
Somebody Knocking
Black Dog (LZ)
All the King's Horses
Bron-Y-Aur Stomp (LZ)
The Enchanter
Four Sticks (LZ)
Ramble On (LZ)
Funny in My Mind (I Believe I'm Fixin' to Die)
Whole Lotta Love (LZ)
Bises:
Going to California (LZ)
Rock and Roll (LZ)

Le falto el Hard Rock a las versiones de Zeppelín, algunas, demasiado versionadas. Para destacar: Ramble On. De todos modos ya sabíamos a lo que veníamos, y el que no, peca de inocente.

La Performance de Roberto (9)
      Nos introdujo en el show con un “Bonnasera”, pifie. Lugo cuando pudo comunicarse en español lo hizo. No es una nota menor, marca que minimamente te importa el público y deseas que te entiendan.      Ventilador a un costado, una taza con algún brebaje y un sahumerio (que iban reponiendo) frente al monitor de retorno, como nota curiosa.
      Ahora bien, ya no es el joven de pantalones ajustados y remeras sobre el ombligo, pero no tuvo inconvenientes, como tampoco hubo momentos en los que podríamos decir que necesitaba forzar mas de lo que puede su voz. Bien en las interpretaciones de la icónica banda de los 70, bien en sus temas solistas.

      En este tipo de shows poco importa mas que asistir a la presencia de la leyenda del Hard Rock ingles y cantante de una de las bandas mas importantes de toda la historia. Queda afuera toda discusión sobre si la gente era un caretaje, si hizo un tema menos de Zeppelín, si la voz ya no le da, y demás sinsentidos. Sentate y disfruta del Señor Robert Plant, luego disfruta de haber vivido una experiencia única.

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